miércoles, 20 de mayo de 2009

Vida

Sos la sonrisa de un millón de sonrisas. La niña de azules ojos, la del dolor más duro, la del amor más intenso. Porque no hay palabras justas, ni movimientos adecuados, nada de lo que uno pueda valerse en esa situación tan descolocante. Sólo vacilación, dudas, incomodidades, porque nos perdemos al estar tan acostumbrados a la estructura fácil de todos los días. En ese segundo, en ese lugar, sólo hay esencias: un ella, un yo, y sobre todo, vos. La belleza palpable y real, la alegría de una vida con muchos brincos dados y muchos más por dar.

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